Las enseñanzas de Confucio
Hace unos 2.500 años el filósofo Confucio propagaba los principios morales y éticos que rigen la conducta individual y las relaciones sociales, mientras la China feudal estaba sumida en la inmoralidad y la conspiración. La sabiduría y las enseñanzas de Confucio fueron la base de la educación para los funcionarios públicos que administraban todo el país. En China permanece la tradición confucionista, que incluye sabiduría, educación y ética.
Al encontrarnos en un mundo y en un país sujetos
a importantes cambios y transformaciones en los que se cuestiona por el sentido
de la vida y la vida misma, estas recobran renovada importancia a la luz de
nuevas circunstancias que nos atañen, de ahí que los intentos de respuestas nos
vinculan a viejas tradiciones pero también a las más recientes discusiones en
el campo ético - axiológico.
En ese
cruce de caminos de la situación presente se encuentra la educación en el mundo
y en nuestro país. Esa es la encrucijada que enfrenta la llamada educación en
valores que prefiero llamar educación ética.
Hoy he
querido hacer una propuesta orientada para el trabajo en esta área, dejando
abierto el campo para la planeación y elaboración que deben hacer los
educadores en cada colegio. Creemos que la bondad de unos lineamientos sobre
ética radica más en abrir caminos para la discusión que en ofrecer certezas o
recetas.
Este
compendio es una invitación a la aventura, al esfuerzo y al entusiasmo de cada
uno de los que trabajamos como educadores en ética; pero sobre todo, es una
invitación a la imaginación creadora, al sentido innovador y a la mirada
crítica.
Sabemos
que los lineamientos curriculares del área de ética son una tesis y puntos de vista
que se le presentan a la educación panameña como guía y recomendación, nunca
como imposición u obligación.
La
educación ética debe ser una apertura a la participación activa, a la
implicación desde la convicción personal.
Comparto
las preocupaciones que tenemos hoy los panameños por la grave situación social
que vive nuestro país y que afecta profundamente los procesos de socialización
y educación de nuestra niñez y juventud. Comparto las preocupaciones que tienen
algunos educadores por el quehacer en el campo de la formación ética y podemos
decir que la verdadera labor de diseño curricular es obra de los educadores de
acuerdo con las condiciones en cada una de sus comunidades educativas. El saber
pedagógico que construyen los educadores cuando planean y reflexionan
colectivamente sobre el quehacer educativo no puede ser reemplazado por ningún documento.
Este
compendio propone una reflexión filosófica, sociológica e histórica que nos
parece insoslayable por diferentes consideraciones:
l Todo acto
educativo encierra un comportamiento ético, toda educación es ética y toda
educación es un acto político, no sólo por el ejercicio formativo en sí mismo,
sino por sus consecuencias.
l El propósito
fundamental de toda educación es preparar para el mundo de la vida y en él para
el desarrollo del conocimiento, la belleza y el saber. Ello implica abarcar dos
dimensiones de acción o de comportamiento: el mundo de la vida desde el cuidado
y la atención de uno mismo, y el mundo de la vida desde el cuidado y la
atención a los demás o lo que genéricamente llamamos, desde la antigua Grecia:
el cuidado de la ciudad.
l Toda
educación significa tanto para el educador como para el educando la recepción o
transmisión de un saber social previamente existente, que más allá de su
especificidad técnica o de su utilidad práctica, viene cargado de un sentido
contextual. Todo saber responde a representaciones colectivas que, en mayor o menor
grado, incorporan valores sobre el mundo objetivo y subjetivo.
l La actividad
educativa no es sólo un acto unilateral de transmisión o de incorporación
pasiva de saberes y conocimientos. La educación es también un proceso mediante
el cual el propio sujeto crea y recrea los sentidos del conocimiento. Implica
la auto-crítica del acto pedagógico y de la práctica del educador.
Invitamos
a todos los educadores a compartir este trabajo, a sobrepasar estos lineamientos
y de manera especial a compartir la aventura de reinventar cada día nuestra
escuela, de soñar, transformar y recrear unas mejores condiciones en pro de una
sociedad más justa y solidaria que posibilite el desarrollo, la realización y
la búsqueda de la felicidad y una mejor calidad de vida para nuestra juventud.
